Si eres de los que entrenan al final del día, este consejo será clave para ayudarte a regular tu ritmo circadiano o reloj biológico. Además, tu sistema hormonal te lo agradecerá. No solo se trata de entrenar, sino también de cómo ayudar a tu cuerpo a adaptarse y recuperarse para maximizar los resultados.

Toma 1000 mg de Vitamina C una hora después de tu entrenamiento
Después de un entrenamiento intenso, los niveles de cortisol aumentan de forma natural. Este aumento es la respuesta del cuerpo al estrés generado por el ejercicio, pero no debemos permitir que permanezca elevado por mucho tiempo. La vitamina C es ideal para ayudar a reducir esos niveles de cortisol y recuperar el equilibrio hormonal.
Pero no tomes la vitamina C inmediatamente después de entrenar. La razón es que algunos estudios demuestran que tomar antioxidantes justo después de un entrenamiento podría interferir con tus progresos deportivos y la adaptación muscular (¡no queremos que los gains se vean afectados!). La recomendación es esperar al menos 1 hora después de entrenar para tomarla y así aprovechar sus beneficios sin interrumpir tu progreso.
El cortisol tiene su propósito, pero hay que regularlo
El cortisol no es el enemigo, de hecho, tiene un propósito fundamental en nuestro cuerpo. Es una hormona vital que nos ayuda a activarnos por la mañana y a enfrentar el estrés. Sin embargo, después del ejercicio, es necesario reducir sus niveles para permitir que el cuerpo pase al proceso de recuperación y descanso. Por la noche, el cortisol debe disminuir mientras que la melatonina comienza a elevarse para ayudarnos a descansar.
Usa herramientas como esta para regular tu sistema
No todos tenemos la posibilidad de entrenar por la mañana, pero podemos utilizar herramientas como la vitamina C para regular nuestro sistema hormonal, especialmente si entrenamos en la noche. Esto nos ayuda a evitar quedarnos sobre estimulados y a garantizar que podamos descansar bien después de un entrenamiento nocturno. Un buen descanso es fundamental para la reparación muscular y la recuperación, lo que finalmente contribuye a obtener mejores resultados a largo plazo.
Recuerda, entrenar por la noche no tiene por qué interferir con tu descanso. Con este pequeño ajuste, puedes ayudar a regular tu sistema, reducir los efectos del cortisol y asegurarte de descansar adecuadamente para mantener tus niveles de energía y rendimiento al máximo. ¡Optimiza tu recuperación y sigue entrenando fuerte!
Comments